El que tenga ojos que vea, el que tenga oídos que escuche, y el que no pueda encontrar la paz que luche.

lunes, 17 de febrero de 2014

Sufrimiento incorpóreo

Te sufro en silencio, como se sufren las injusticias,
sin sangre en las venas para una Revolución.
Te sufro cuando cae la noche
y cuando la música me envuelve.

Te sufro como las noches de bailes lúgubres,
como agosto sin sol,
como septiembre sin mar.

Te sufro en imágenes que no han de cumplirse,
hasta en los días menos tristes,
tu recuerdo me vence.

Te sufro en las notas de un piano,
como sufre un niño palestino aguardando,
aguardando a que caiga el imperio.

Dejaré de sufrirte el día que la tierra me haga suya,
el día que no quede una gota de lluvia,
y se den por vencidos mis párpados.

Te sufro y aun así,
apenas dueles,
pues eres melodía en el viento,
alivio en los contratiempos.

Y el tren se va...

martes, 11 de febrero de 2014

Dios no quiera que te vea de la mano de otra, quiera Dios que no lo vea.

domingo, 9 de febrero de 2014

Y te vas

Cuando vienes a rescatarme de las ausencias de domingo,
todo parece un invierno frío y arrepentido.
Cuando deseo que la vida te devuelva el daño,
que me odies con los años, todo lo que yo a ti te odio,
amor mío.

En unos ojos lúgubres se perdió la noche de ayer,
en la que ya no me sostienes,
y la madrugada se torna una arpía cruel.
La desdicha la cambié por la dicha de conocerte,
incluso cuando llegó septiembre con su marcha fúnebre.

Con el corazón derruído y en blanco,
los pensamientos en negro,
el cielo encapotado,
los pies rajados,
pero en el suelo.

Y vienes y vas,
sueños y pesadillas.
Recuerdo despertar,
y que no estabas...

Cuando vienes, se para el tiempo,
eres algo etéreo,
sin forma,
sin normas.

Vienes y me agarras,
te vas y me desgarras.

Y yo soy como un maqui escondido en tus pestañas,
intentando esconderme de la guerrilla de tus miradas.
La revolución de nuestras entrañas,
no será televisada.

Me olvidas, y te callas.
Yo hablo con la luna,
y en la mano una chusta,
en el humo hablas.

Y te vas, y me acorralas,
la certeza se vuelve duda,
las palabras basura.




lunes, 3 de febrero de 2014

desaparece

te veo en todas partes,
a veces incluso se me olvida que te largaste.
Te oigo en las canciones,
en los pasos de cebra imagino tus tatuajes,
me persigues.

Como un fantasma, que no se cansa.
Me persigues, y me llamas al alba,
mis labios te gritan,
pero tú no me oyes.

Es como el poeta que se quedó sin tinta,
soy absurda, pensándote en una periferia.

Puedo sentir los kilómetros que te alejan de mí,
uno a uno.