El que tenga ojos que vea, el que tenga oídos que escuche, y el que no pueda encontrar la paz que luche.

viernes, 26 de julio de 2013

Sigo buscando un motivo pero es que no lo encuentro.
Estás en todas partes. Quizá para olvidarte debería matarte, o arrancarme el corazón de cuajo. Pero eso no está muy bien visto, así que, como consecuencia me queda lo mismo; el puto tiempo.
Intento no intentar comprender los actos y/o actuaciones de las personas, prefiero centrarme en justificar los míos de forma correcta, sin hacerme daño, sin hacer daño, sin humillar, sin quitarle importancia...

Me voy. El único testigo de mis letras éste mes de retiro será mi cuaderno.

jueves, 25 de julio de 2013

Agosto acecha...

Dentro de toda ésta maraña de sentimientos, de repente alcanzo a sentir algo de paz interna. Creedme, me cuesta. Respiro hondo y miro al horizonte. Camino un paso, él se aleja dos. "Para eso sirve la utopía, para caminar". Apenas siento que quede verano ya, crece dentro de mí este puto invierno polar. Fumo algo de hierba, vuelvo a reconstruirme poco a poco, peldaño a peldaño destruyo tu escalera, que me conducía al cielo, pero que era de papel. Se hundieron en el mar, mis ganas de flotar por ti. El agua salada me recuerda a tus lágrimas, que ni siquiera pude secar. El viento ígneo entra por mi garganta, envenenando mis pulmones, aunque poco me importa. Al fin y al cabo sé que esto tenía que ocurrirme, para darme cuenta que con quién debo estar es conmigo misma. No te escribiré más cartas, he quemado las poesías. Las poesías que en mi mente tú encendías al mirarme. Las noches sin dormir, a tu lado insomne. Ardiendo para siempre ya tus pestañas a kilómetros de las mías, ahora las siento a años luz. ¿Cómo pude sentirte tan cerca? ¿Cómo pudimos vivir una mentira? El calor agobia, el frío quema, y éstas letras, vida mía, ya no volverán a ser tuyas.

miércoles, 24 de julio de 2013

No es fácil estar todo el puto día pensando.


Los cobardes nunca llegan al final del camino.

Amaneciendo vacíos,
creí ver tus ojos en los míos,
sólo era un espejismo.

Tiempo pa pensar,
pa electrocutarme los latidos.
Tiempo pa agarrar,
por la cintura a la Soledad.

Horas de desquicio,
al dolor me vicio.
He perdido la vista,
ya no está en tus ojos mi piscina.

Habrá que caminar,
me dice mi subconsciente.
Estoy harta de caminar,
y encontrar personas que me hacen daño.

Compra una coraza entonces, dice.
La mía está hecha de hielo,
basta que venga alguien con su fuego,
a derretirla y romperme de nuevo.

Su silencio no hace más que alimentar al odio.
La rabia y la impotencia quieren salir,
aunque ya han tenido suficiente.


viernes, 19 de julio de 2013

Me rompiste.


A punto de morir, vivo de tu recuerdo. El día que me olvides habré muerto, espero ver champán esa noche en el cementerio.

Un tubo con hielos no arregla ésto.

Que me arden los párpados,
que me quiero a ratos.
Momentos incómodos,
derrochando lágrimas en el cuarto.

Ansío desaparecer,
perderme en un bosque lejano.
Acariciarme a mí misma las manos,
diciéndome que todo ha pasado.


Que de lo bueno siempre te llevas algo malo,
que duelen las quemaduras de sexto grado.
Que el verano polar comienza,
que me he quedao a piezas.

Cuántas veces dije, "ésta será la última"
La última vez que me hagan daño.
Siempre hay una primera vez,
pero la última no llega.

Es una detrás de otra,
y mi coraza anda ya más que rota.
Coraza de hielo, 
que se fundía imaginando días enredada en tu pelo.

Caminando sobre las brasas,
siento el fuego a cada paso,
cada vez que pasas,
por mi mente y no te he olvidado.

Quiero convertirme en árbol,
creo que cada hoja que caiga,
dolerá menos que ésto.

Débil, corazón apagado.
Lo que esperaba que fuera el fin de mi autodestrucción,
la ha alimentado con creces.

Sentir que no voy a perderme en tus ojos,
estuve contando las horas para un final estrellado,
como siempre, como antaño.

Los efectos adversos de quererte,
se notan en mis párpados hinchados.
La ilusión se ha subío al tejado,
yo no tengo escalera, ni ganas.



Y que le den por culo al puto mundo real.

Condenaos a un azar ingobernable tía


jueves, 18 de julio de 2013

Cierro.

Volver a autodestruirse, a dormir sobre latas de cerveza.
Volver a perder la fe en la humanidad,
volver a caer.

Volver a romper las cartas,
volver a aceptar la derrota.
Volver a sangrar.

Que le miedo sea una forma de vida,
ante todo.
No hay alternativa.

Claro que no la hay, que la historia se repite, página por página y al final la única solución que te queda es quemar el libro.

Que vuelvo a lo de siempre, siento que la cima de la montaña se burla de mí, haciéndome creer que está cerca, cuando en realidad es una puta ilusión. Ilusiones que se truncan, que no vuelven nunca.


No entiendo, no quiero entenderlo.
Nunca debes permitirte el lujo de hacer daño a una persona, y tampoco a ti mismo. No puedes engañar, ni engañarte.

es demasiado fácil decir te quiero...