El que tenga ojos que vea, el que tenga oídos que escuche, y el que no pueda encontrar la paz que luche.

jueves, 25 de julio de 2013

Agosto acecha...

Dentro de toda ésta maraña de sentimientos, de repente alcanzo a sentir algo de paz interna. Creedme, me cuesta. Respiro hondo y miro al horizonte. Camino un paso, él se aleja dos. "Para eso sirve la utopía, para caminar". Apenas siento que quede verano ya, crece dentro de mí este puto invierno polar. Fumo algo de hierba, vuelvo a reconstruirme poco a poco, peldaño a peldaño destruyo tu escalera, que me conducía al cielo, pero que era de papel. Se hundieron en el mar, mis ganas de flotar por ti. El agua salada me recuerda a tus lágrimas, que ni siquiera pude secar. El viento ígneo entra por mi garganta, envenenando mis pulmones, aunque poco me importa. Al fin y al cabo sé que esto tenía que ocurrirme, para darme cuenta que con quién debo estar es conmigo misma. No te escribiré más cartas, he quemado las poesías. Las poesías que en mi mente tú encendías al mirarme. Las noches sin dormir, a tu lado insomne. Ardiendo para siempre ya tus pestañas a kilómetros de las mías, ahora las siento a años luz. ¿Cómo pude sentirte tan cerca? ¿Cómo pudimos vivir una mentira? El calor agobia, el frío quema, y éstas letras, vida mía, ya no volverán a ser tuyas.

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