El que tenga ojos que vea, el que tenga oídos que escuche, y el que no pueda encontrar la paz que luche.

viernes, 19 de julio de 2013

Un tubo con hielos no arregla ésto.

Que me arden los párpados,
que me quiero a ratos.
Momentos incómodos,
derrochando lágrimas en el cuarto.

Ansío desaparecer,
perderme en un bosque lejano.
Acariciarme a mí misma las manos,
diciéndome que todo ha pasado.


Que de lo bueno siempre te llevas algo malo,
que duelen las quemaduras de sexto grado.
Que el verano polar comienza,
que me he quedao a piezas.

Cuántas veces dije, "ésta será la última"
La última vez que me hagan daño.
Siempre hay una primera vez,
pero la última no llega.

Es una detrás de otra,
y mi coraza anda ya más que rota.
Coraza de hielo, 
que se fundía imaginando días enredada en tu pelo.

Caminando sobre las brasas,
siento el fuego a cada paso,
cada vez que pasas,
por mi mente y no te he olvidado.

Quiero convertirme en árbol,
creo que cada hoja que caiga,
dolerá menos que ésto.

Débil, corazón apagado.
Lo que esperaba que fuera el fin de mi autodestrucción,
la ha alimentado con creces.

Sentir que no voy a perderme en tus ojos,
estuve contando las horas para un final estrellado,
como siempre, como antaño.

Los efectos adversos de quererte,
se notan en mis párpados hinchados.
La ilusión se ha subío al tejado,
yo no tengo escalera, ni ganas.



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