Nunca dejaré de escribir, al igual que nunca dejaré de sentir. Puedo enamorarme de las palabras. Cada verso nos hace un poco más libres aunque vivamos en la cárcel constante de nuestra mente. Incapaz de hacer que las cosas duren. Este país es un despropósito.
El que tenga ojos que vea, el que tenga oídos que escuche, y el que no pueda encontrar la paz que luche.
miércoles, 14 de diciembre de 2011
Dame un poquito de ese aire...
El momento justo, el minuto exacto. Lo vi ayer caminando como siempre sin mirar atrás y cuando pasó por mi lado de verdad que sus ojos me perforaron el alma. No sé como se llama. No sé nada. Sólo esa atracción que se convierte en un círculo del que no puedo escapar por mucho que me lo diga a mi misma. Míralo, ahí vuelve.
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