El que tenga ojos que vea, el que tenga oídos que escuche, y el que no pueda encontrar la paz que luche.

lunes, 29 de octubre de 2012

Pedazos de un puzzle sin final concreto.

Pienso en hablarte. Quiero saber de ti, pero me frena tu actitud cobarde, quemándome en el pecho desde antes de ayer.  Otro gozará de mis promesas, mi piel arderá lejos de la tuya y volveremos a encontrarnos, entonces mi alma me aconsejará que huya. El frío en mi piel se hace insoportable, pero resisto, al fin y al cabo un invierno polar más, sin nada que entregar, con mucho por andar... Y veo esos ojos y me congelan, se oscurecen cuando hablan de revolución, y la pasión enciende la llama de la vela que brilla en mi ventana, por si vuelves cualquier madrugada...

vuelve el invierno y yo me inmolo en un cuaderno repleto de promesas sin cumplir, deseos derretidos y tus labios esperando partir lejos de aquí

martes, 23 de octubre de 2012

En pie de guerra...

La nostalgia golpea las ventanas. 
Todo está en paz, por la mañana.

No podemos anticiparnos a lo que va a suceder, pero los hechos son claros y concisos. La rabia es como el contenido de una gran bolsa de basura. Mientras no la tocan, no estalla, pero el problema de la rabia de la sociedad de hoy en día, es que hay gente saltando sobre nuestra bolsa. Ponemos (o nos ponen) tiritas, parches, con el fin de cubrir heridas con mentiras, falsas promesas y manipulación. Físicamente, la bolsa ha de estallar, romperse por algún sitio, para que la rabia fluya. Si no estalla, corremos el riesgo de que el día que queramos luchar, sea demasiado tarde y nuestra rabia esté completamente sometida. Se llevan nuestra libertad de expresión, nuestros derechos son despreciados y tirados al vertedero. Y la gente sigue en sus putas casas, viendo la puta televisión. 


Qué bien se ven los muertos de hambre en una televisión de plasma ¿no?

lunes, 22 de octubre de 2012

De nuevo.

Quizás soy demasiado depresiva a simple vista, 
pero para mí la tristeza es la más bella musa.
Siempre a mi lado, marchita y a la vez viva.

Escondo mucho más de lo que eres capaz de ver,
el que se deja eclipsar por otros, acaba cubierto de mierda,
Yo pongo el alma en cada letra,
tú tan sólo te pones metas, que limitan.


"Mi corazón va viento en popa cuando embarcamos..."

Despierto. Otra vez ese sueño, distinta situación, mismo fin. Al volver del sueño a la realidad, mis ojos estallan en lágrimas. He vuelto a tenerte, y a perderte. Todo parecía tan irreal en el sueño, tan falso, tan imposible... Todo, menos tú. Ese atisbo de luz que me transmitían tus ojos... Y pensar que estás tan lejos que aunque quisiera no podría ir a verte... Que todavía sigues clavado en mi subconsciente. 

No tengo suficiente tiempo como para perderlo con estupideces. 

sábado, 20 de octubre de 2012

A la vista...

Pude ver la decepción hundida en su mar. Pude ver los fantasmas que lo atraían hasta hacerlo vomitar. Respiró el olor de las mentiras, lejos, donde se creía seguro. El mundo fue empequeñeciendo, hasta estrujarle los huesos, la lava fue quemando su pelo. Su piel cicatrizó entera, después de tantas horas de espera. No es el tiempo, si no el dolor, el que me determina. Ando vacía, desde hace mucho, ni siquiera estoy alerta, mi corazón envenena desde lejos y la coraza se endurece tras los senos. Vivo al fin y al cabo pa echar de menos, para imaginarnos cada milímetro hasta que desvanece el sueño. La noche cae, y no espero nada, enserio.

martes, 9 de octubre de 2012

Y de repente, me falta algo.
La noche oscura se abalanza sobre mí,
ya ni siquiera recuerdo el día en que me vi a mi misma partir...
"Hago las maletas, me voy de aquí..." (dice mi conciencia).
Y apenas puedo respirar de tanto pensar.

Nos fuimos por las ramas,
se desmadró nuestra cordura,
volvimos loca a la Luna
de tantas noches malas.

A veces mi insomnio es tan fuerte,
que mi cuerpo escapa de mi mente,
en intentos fallidos se queda mi presente,
el futuro incierto, como siempre.

Mis demonios vagan por el desierto de sus penas,
un candelabro lúgubre iluminó nuestra última escena,
como en un teatro, del que el actor no quiere marchar,
nos miramos a los ojos sabiendo, que no había tierra, sólo mar.

Vuelvo a explotar en otras letras, a penas sé qué coño me llena,
y me alejo de mi misma como una presa de las hienas.
Me tengo miedo, mi cabeza explora lugares inexistentes,
 impensables para algunos,
 pero yo los encuentro siempre,
aunque no quiera nacer de nuevo...