Pienso en hablarte. Quiero saber de ti, pero me frena tu actitud cobarde, quemándome en el pecho desde antes de ayer. Otro gozará de mis promesas, mi piel arderá lejos de la tuya y volveremos a encontrarnos, entonces mi alma me aconsejará que huya. El frío en mi piel se hace insoportable, pero resisto, al fin y al cabo un invierno polar más, sin nada que entregar, con mucho por andar... Y veo esos ojos y me congelan, se oscurecen cuando hablan de revolución, y la pasión enciende la llama de la vela que brilla en mi ventana, por si vuelves cualquier madrugada...
vuelve el invierno y yo me inmolo en un cuaderno repleto de promesas sin cumplir, deseos derretidos y tus labios esperando partir lejos de aquí
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