El que tenga ojos que vea, el que tenga oídos que escuche, y el que no pueda encontrar la paz que luche.

viernes, 22 de marzo de 2013

Backstage girl.

Hoy he vuelto a escuchar esa canción. Desde que te fuiste, hay una frase que se repite en mi mente:

"Ella le dijo a él que la estaba llevando donde nunca nadie la había llevado. Él le dijo que ella lo estaba llevando a un lugar donde se prometió no volver."

Intento tomar una decisión, te juro que lo intento. Pero tiro la moneda y aunque salga cruz, no soy capaz de llamarte

Perdí la estabilidad cuando te vi de lejos,
cuando la frialdad era más que mirarse en el espejo.
Convertí mi coraza en fragilidad,
y me arroparon tus besos.

Ahora no estás,
y busco locamente,
una manera de destruirme.

El zumbido de mis oídos no cesa,
la Luna sigue saliendo ilesa
de mis pensamientos,
de los cargos de sus conciencias.

Inacabado este poema,
porque me pueden las cosas que a diario me queman.

miércoles, 20 de marzo de 2013

primavera


Ya no puedo ser aquello que fui cuando fuimos.
No puedo volver a mis abismos,
no puedo resucitarte en ningún sitio,
ni siquiera aquí mismo.

Apareciste de la nada, como un espejismo,
para romperme en mil pedazos,
e irte sin dejar ni rastro.

Pero una hostia más al corazón,
no me hará perder la razón...

Estamos hechos para amar, pero yo estoy hasta el coño de intentar mierdas.

Diario de una gilipollas sentimental.

Vuelvo a sentir el vacío. Vuelvo a recordar letras que ardieron en tu infierno. Los besos que no nos dimos, los que te debo. Los que nunca existirán. Ya ni siento. Es triste no sentir nada. Es triste echar de menos cada vez una cosa, y no saber encontrar la salida. Es triste que me dé igual. Pero he de continuar, quemando mis noches, bebiendo derroches, ahogándome en ginebra, fumando hierba. Intentando olvidarme de ti, de mí y de toda la puta mierda que nos rodea. Así empiezo ésta carta. Me asfixio en ésta jodida cama. La apatía y el nihilismo se han hecho dueños de mi alma. Mi ego y mi soledad van cogidos de la mano, y muy heridos, sangrando sin parar, con cada latido. Y no vas a volver. No vas a llamar. ¿Sabes por qué? Porque seguramente ya habrás metido a otra en tus sábanas, o en tus pestañas. O quizá, simplemente, ni te acuerdes de mí. Pero yo... yo vi algo en tus ojos, vi algo que me atrapó. Cuando sentí que se desvanecía ese algo, me quedé más vacía de lo que nunca había estado. ¿Cómo pude imaginarme una vida contigo en cinco minutos? Y después de todo, de lo perfecto que parecía, resultaste ser otro bache, que había aparecido en mi camino para hacerme daño, otro puto bache, otra puta vez.  He escondido el libro que me dejaste. Y el gorro que me diste a cambio del mío. Y ahora, después de un jodido mes pensando que no existes, vuelves a mi cabeza para torturarme. No tengo título ni para mi desastre. O bueno, quizás sí: diario de una gilipollas sentimental.



Ahora ya nadie me hace sentir nada. Ni siquiera me apetece que lo hagan. Estoy tan rota por dentro, después de tantas subidas a las nubes fallidas. Después de tantos rascacielos en el infierno, de tus besos amargos y a la vez frescos. Que ya no vuelven. No están. No estás. No estoy.

jueves, 14 de marzo de 2013

Sólo hago esto para evitar matar.

Eras tan imposible. Y eso me gustaba. Me doliste tanto, me quedé sin aliento durante meses. El silencio más innocuo, la noche más traicionera, la Luna más clara, y toda esa mierda que a diario soportabas. Me dejaste arroparte las alas por unos instantes, cómo me dolió despedirte en la estación. Y por más que lo intente, renuevo mi desastre. Continúo sangrando, y apenas escribo. Y te pienso, y pienso en él también. Pero no en mí, y de repente me lleno de mierda otra vez. 


martes, 12 de marzo de 2013

Preguntad...



Preguntad por mi tristeza,
no sea que os reviente la cabeza,
de tanto pensar en ella.

Es crónica y placentera,
pero ellos no me entienden,
donde ven mierda,
yo veo una quimera.

Preguntadle a mi tristeza,
si es que se cansa de escribir,
porque no escribo yo,
sino ella.

Llamadme depresiva,
puede que lo sea,
pero no me juzguéis,
si no tenéis puta idea.

Si veis que vuestra cordura tambalea,
al leer mis versos,
no os preocupéis,
no tiene efectos adversos.

Sonrío todo lo que puedo,
y aun así, me quedo corta.
Me quedaba en sus ojos,
azules e infernales, tan absorta...

Y me abandonaron,
pero poco me importa.
El nihilismo se acerca,
la noche absorbe palabras rotas.

Preguntad por mi tristeza,
por lo menos la expreso,
no está reprimida, como la vuestra.

Podéis considerarme autodestructiva,
lo soy, 
y me encanta.

Pues mi tristeza por sí sola habla,
me cuenta historietas,
de cuando las lágrimas no eran saladas.


jueves, 7 de marzo de 2013

Pura.

No es que suela soportar a demasiada gente. Me gusta desconectar... de lo contrario mi vida sería un infierno, lleno de 'blablablás'. El mundo en sí me provoca asco. Todo es mentira a nuestro alrededor. Todos buscan pisar al otro, buscan su propio beneficio, mienten, desprecian, odian. Hay poco que no me decepcione, pocos que no me hallan decepcionado.  Sin embargo, en medio de todo este caos, hay una persona, una sola persona que conecta de manera perfecta conmigo. Esa persona eres tú. El tiempo vuela a tu lado, no me torturan los minutos como con el resto de aquellos que se hacen llamar 'personas'. Y eso es algo que valoro infinitamente, algo que no cabe en ninguna parte. Simplemente recordarte que te quiero y que formas parte de mí. Nunca está de más decirlo.

miércoles, 6 de marzo de 2013

Decadente.


Dentro de toda ésta decadencia de la humanidad, 
lo único que me salvaría al final de mis días,
sería hacerte el amor hasta verlo todo explotar, 
hasta que ardiera la ciudad. 

Lo único por lo que moriría sería por morir en tu último suspiro,
acurrucarme en el eco de tus latidos y ver arder el mundo.
Verlo arder de ya no poder más, 
desde el cansancio de la urbe 
hasta la apatía de las personas. 





Ver arder Roma sobre tu pecho... 
Y desconsolada llorar sobre tu piel llena de estigmas. 
Dejar correr la sangre de los cerdos por las calles, 
para intentar limpiar la que desde siglos corre hasta por el aire, 
la sangre de los inocentes,
de los que perecen a la sombra del sistema.

Y cuando por fin no queden ni cenizas, 
que resurja un fénix de tus ojos
y me lleve lejos de todo lo que odio.

martes, 5 de marzo de 2013

Los martes de marzo.





Poesía es ésta lluvia acompañada de la melancolía más etérea y profunda. 
Poesía es mi tristeza, que no se va, que me inunda.
Poesía eran tus labios, antes de que se convirtieran en mi esquela,
poesía era tu piel, suave, infinita y eterna.

Ahora ya no están los versos,
nos perdimos en este mar inmenso.
Está el dolor, lo que ya no pienso,
eso de ya ni siquiera echarte de menos.

Están tus pupilas en mi mente tatuadas,
y el imperceptible olor de tus lágrimas saladas.
Lágrimas que caen desconsoladas,
y que a cicatrizar no ayudan para nada.

Ya no pienso, ya no existe el tiempo,
desde que no te tengo, frente a mis lamentos.
Se ha parado el calendario,
todo parece una burda broma gris.

Y cuando estés por partir, 
yo ya ni me acordaré de ti.

Las verdades son mentiras estrafalarias,
que mienten con descaro y con desgana,
y al igual que mis retinas,
mi cabeza busca descansar en tu almohada.

Pienso frases jodidamente buenas a lo largo del día,
pero las pierdo, no quiero pensar en ti,
quiero pensar en rebeldía.

Quiero arder lejos de aquí, 
y que nada me recuerde tus caricias,
quiero que te esfumes,
que se marchiten tus palabras desmedidas.

En la oscuridad veo mi calma,
no me apetece verme,
me apetece follarme a la nada,
pero su desidia me viola.

Conforme avanzan las horas,
siento más escalofríos,
siento más de cerca a mi apatía,
más lejanos tus latidos.

Habita el olvido en vuestros pechos,
todo aquel que fue querido,
nada hizo, nada mereció,
si no quiso.

Me inspiran los martes, 
si no vengo a salvarte,
si el Lunes no fue suficiente,
para escribirte como antes...




domingo, 3 de marzo de 2013

otro más

Necesito de tu anestesia. Soy como una yonki que resiste hasta encontrarse en el borde del abismo, y así me encuentro hoy mismo. Voy a borrar todo lo que dejé atrás, y lo que no dejé lo voy a masacrar. Voy a apostar por ese cambio de rumbo que me prometí al dejarme marchar a mí misma. Las noches se vuelven cada vez más largas, me está pasando otra vez. Mi percepción alterada por verte antes de ayer... Y el deseo de cambio aumenta, más aun si no te tengo cerca. Y mis ansias por llamarte disminuyeron hace algunas semanas, acepté el camino que se me plantaba en frente de nuevo y continué marcándolo con mis lágrimas saladas. Pero... ¿Qué pasa cuando lágrimas se secan? Llorar es bueno, pa sacar algunas penas desde dentro, pero... ¿Qué pasa cuando lágrimas se secan? Cuando ni siquiera eres capaz de llorar. Cuando no sientes, no vives. Hasta echo de menos el dolor, y quejarme de la soledad. Ahora me ampara y me cuida y el dolor se ha escapado por ahí, perdido en alguna de las últimas botellas de ginebra. Y camino, y te miro. Te alejas dos pasos si yo doy uno. Utopía llamé a tu pelo, a tus labios descarados e inoportunos. Inoportuno el momento de conocerte, mágico el instante en que cruzamos palabras, y miradas y nos olvidamos de la nada. Ahora amargo el descubrir que daba igual, que no era especial, que no era distinto... Que siempre es lo mismo.

Tengo por costumbre escribir los domingos, después de toda la mierda acumulada en la semana.

Letrista


Te dejo que me cortes las alas si desgarras las tuyas,
y nos quedamos para siempre en ésta cama.
Te dejo okupar mi pecho,
a cambio de no volver a comer techo.

Yo misma me alejo, y lo sabes,
que si no eres para mí no serás pa nadie.
Pero luego me canso de esperarte,
ansiado equilibrio constante...

Y vuelvo a desmoronarme, a beber de más,
y te olvido, y me olvido,
y me encierro y me aíslo...

Hasta el coño de vuestras caras.

Ando sin ilusiones,
en un mundo de depredadores,
si pueden arrancarte el alma,
lo harán, y sin perder la calma.

Ya no busco amor,
no me refugio en el sexo,
sólo quiero largarme,
aunque sea metiéndome ácido lisérgico

Hay poco a mi alrededor,
que no me decepcione,
hay pocos cómo tú,
y por eso me alejé...

Y buscamos constantemente en otras bocas,
lo que una vez sentimos en una única,
desesperados, estigmatizados,
pensando que algún día lograremos olvidarla.

Salimos y nos drogamos,
con la esperanza de verla menos cruda,
a la realidad o a la vida,
cómo queráis llamarla.

Y aún así, y teniendo esperanza,
nos pudrimos y huele mal por dentro,
y lo único que logramos es comer techo,
por la puta resaca.


Triste pero tan cierto como que vivimos en un sistema capitalista de mierda.

Yo creo en el amor. Pero en el de mis padres, mi hermano y mis hermanos de otra madre. O como mucho en el que yo he sentido o siento aunque no sea correspondido. El resto de 'amor' que podáis definir es una burda falacia. ¿Sabéis por qué? Porque yo he vivido en mi piel la soledad y el desamparo, y todos esos que 'me querían' me olvidaron. Por que he sufrido por una persona y no la he olvidado por otra en dos meses. Porque hoy no hay amor si hay sexo, yo todavía no lo conozco, el que diga lo contrario que venga y lo demuestre. Hoy sólo encuentro el amor en mi familia y en mis hermanos de otra sangre, o 'amigos' cómo algunos llaman, pero el término amigo también está prostituido y abarca demasiadas cosas como para considerarse importante. Estoy hasta el techo de toda la falsedad que hay en la calle, por eso me aíslo y encierro. Hoy escribo opinión, clara y directa. No me andaré con rodeos ni utilizaré metáforas. A la puta mierda. Lo único que busco ya, es algo o alguien que no me decepcione.