Te dejo que me cortes las alas si desgarras las tuyas,
y nos quedamos para siempre en ésta cama.
Te dejo okupar mi pecho,
a cambio de no volver a comer techo.
Yo misma me alejo, y lo sabes,
que si no eres para mí no serás pa nadie.
Pero luego me canso de esperarte,
ansiado equilibrio constante...
Y vuelvo a desmoronarme, a beber de más,
y te olvido, y me olvido,
y me encierro y me aíslo...
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