Nunca dejaré de escribir, al igual que nunca dejaré de sentir. Puedo enamorarme de las palabras. Cada verso nos hace un poco más libres aunque vivamos en la cárcel constante de nuestra mente. Incapaz de hacer que las cosas duren. Este país es un despropósito.
El que tenga ojos que vea, el que tenga oídos que escuche, y el que no pueda encontrar la paz que luche.
jueves, 15 de diciembre de 2011
Frío y no estás
Si tú supieras la de días que te busqué en el infierno y cómo mi desidia de seguir viva seguía aumentando... Si supieras cuánto te eché de menos. Cuántas veces diría tu nombre en alto para ver si aparecías y así tus besos volverían a curarme del puto del invierno. La de madrugadas que soñé que al despertarme estarías en mi cama y me dirías buenos días... Tú me diste la fuerza para ver el mundo con otros ojos, y para vivir sin preocupaciones y gracias a eso te perdí, y aunque sé que no volverás nunca, sigo teniendo esa espina podrida clavada en el pecho, que me envenena cada vez que vuelvo a verte.
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