El que tenga ojos que vea, el que tenga oídos que escuche, y el que no pueda encontrar la paz que luche.

miércoles, 22 de mayo de 2013

Miércoles

No me hace falta respirar, a tu lado. El tiempo se para cuando se tropiezan tus labios con mis párpados. Sé que me esperas, porque yo te espero. Quizá todo esto sea lo mismo de siempre, un autoengaño pasajero. Quizá no. Adoro esa sonrisa, y tanto que la adoro. Me gustaría llevarte a una playa perdida, lejos de todo y de todos. Las olas surcarían por la orilla como mis manos por tu espalda. Habría arena infinita, como las noches de Luna llena en las que te haría de todo. Serían eternas. El miedo atroz se desliza por debajo de la puerta, pero apenas puedo oír que entra, porque tu risa apaga su leve silbido. Me importa una mierda el ritmo de mis latidos, sólo escucho el eco de los tuyos. Te voy descubriendo poco a poco, los días no pasan en vano, los meses tampoco. 

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