El que tenga ojos que vea, el que tenga oídos que escuche, y el que no pueda encontrar la paz que luche.

martes, 1 de octubre de 2013

Esfúmate lúgubre y tardío cabrón

Ojalá tuviera un botón que al pulsarlo te borrara de mi mente, cómo si nunca hubieras existido, porque te juro cariño que lo habría pulsado hace mucho tiempo. Que se borrara cada lágrima que me hiciste derramar y cada sonrisa que me provocaste. No dudaría ni un segundo en exterminar tu recuerdo. No fue todo malo, aprendí contigo, pero el daño que me hace que te aparezcas en mi cabeza de madrugada no tiene nombre. Ojalá te pudras en mi corazón, que se desintegren tus ojos en el reflejo de los míos, y tu respiración exhale humo de las cenizas de lo que fuimos. No hay cosa que más odie ahora mismo que el puto momento en que apareciste en mi vida. Ni si quiera me dejas reconstruirme.

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