El que tenga ojos que vea, el que tenga oídos que escuche, y el que no pueda encontrar la paz que luche.

sábado, 29 de octubre de 2011

Fragmentos

Aún recuerdo aquellos días de lluvia y café.
Noches ardientes de comerme a besos tu piel.
Caricias alejadas de la realidad y sensaciones inexplicables.
Los días de aquel noviembre eran grises, y tú, 

tú cariño mío, eras la eterna primavera en mis ojos.

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