Nunca dejaré de escribir, al igual que nunca dejaré de sentir. Puedo enamorarme de las palabras. Cada verso nos hace un poco más libres aunque vivamos en la cárcel constante de nuestra mente. Incapaz de hacer que las cosas duren. Este país es un despropósito.
El que tenga ojos que vea, el que tenga oídos que escuche, y el que no pueda encontrar la paz que luche.
domingo, 16 de octubre de 2011
Tu nombre se evapora y se va por ahí!
Ahora, miraré hacia otro lado,
mientras tú, nunca sabrás
lo que te he entregado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario