Ese silencio que me mata,
esa estupidez humana,
que nos saluda cada mañana.
Ese pánico a la cama,
vacía e insomne, me acuesto con el drama,
aunque sonría todo lo que puedo,
ya lo creo.
Nunca me he parado a preguntarme,
qué coño hacemos aquí?
Porqué ahora?
Podría ser demasiado tarde.
Me miro al espejo, y me canso.
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