El que tenga ojos que vea, el que tenga oídos que escuche, y el que no pueda encontrar la paz que luche.

miércoles, 13 de febrero de 2013

La piel reclama.




Acaríciame en la espalda,
aráñame el alma,
perturba mi calma...

Déjame soñar con despertar mañana,
tú y yo en la misma cama.
Deja el frío que derramas,
toma mi calor que rebosa.

He imaginado miles de cosas,
con tu cuerpo, bajo sábanas.
Envenenada por una constante,
soledad premeditada.

Ansiosa de entregar mi piel,
para luego quitártela,
y que quieras más.

Me desconcierta, tu forma de mirar,
tus labios al hablar,
que tiemblan con cada palabra,
que claman, sangre caliente.

En tu espalda dibujaría un mapa,
que te recordara, dónde encontrarme,
cuando el alba no sea suficiente,
cuando no sea suficiente esperar al alba.

El vino tinto me atrapa,
me hace arder aún más,
dónde más que tu sonrisa,
veo tu alma, y me llama.

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