El que tenga ojos que vea, el que tenga oídos que escuche, y el que no pueda encontrar la paz que luche.

viernes, 26 de abril de 2013

Impenetrable

Tan diferente y atípico. Fuera de la realidad, como mis pensamientos crípticos. Poco producido; por no decir nada. Alejado de la sociedad enfermiza que se apodera de las almas de sus ciudadanos, viviendo en un país en tu mente lejano. Eres como la luz natural que entra por las ventanas de una oficina gris y aburrida, con sus tubos de luz artificial. Eres el estallido de una bomba en el Pentágono, eres como la liberación de los presos de Guantánamo. Eres mi orgasmo cuando recorremos el abismo sobre unas sábanas baratas y con olor a frío ártico. Eres la sonrisa desenfadada y natural, al igual que las lágrimas de un niño palestino que acaba de perder a sus padres. Eres el ácido que corroe la ciudad y deshace su deshumanización… Eres calma ante la adversidad, eres la hierba que se convierte en humo en mis pulmones. Eres el llanto desconsolado del que no tiene hogar, y la felicidad más simple y pura reside en tu mirada enigmática… Debajo de tu cuello hay un camino irregular, por tu espalda, que se asemeja a un desierto de arena cálida y confortable para morir en ella y dejarse devorar por los buitres que están a la espera. Eres inesperado, como mi inesperada sonrisa al saber de ti. Yo que creía que la ilusión perdida no la recuperaría más que con el hielo de los ojos de un demonio que me bajó al averno, pero me dejó congelar…

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