Cambiaste tus lágrimas
por erosiones en mi alma.
Aceleraste el latir de mi vida,
me enseñaste la salida.
Olvidé el reloj
mientras hacíamos el amor.
Tus palabras me curaron,
mis miedos enterraron.
Observábamos el mar a lo lejos,
temiendo no ver ya nuestros reflejos.
Todo cambió durmiendo en sus brazos.
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