El que tenga ojos que vea, el que tenga oídos que escuche, y el que no pueda encontrar la paz que luche.

domingo, 2 de diciembre de 2012

Horas muertas.



Hay días en los que me quedaría bajo el chorro de agua caliente de la ducha, durante horas, hasta perder la noción del tiempo, la noción de mi misma. Derrocho los minutos como si no tuvieran valor alguno, hace días que me pasa... El frío comienza a confundirme, yo misma me alejo de todo y de todos. Inconscientemente te echo de menos, conscientemente me pregunto qué haré mañana... El tiempo me come las entrañas, los minutos se me clavan y he olvidado la profundidad de tus ojos, la frondosidad de tus pestañas hablando de cambios, hablándome de dolor y de rabia. He perdido éstas horas muertas, que ni avanzan ni cambian, es como una constante matemática esta desidia...


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