El que tenga ojos que vea, el que tenga oídos que escuche, y el que no pueda encontrar la paz que luche.

martes, 28 de febrero de 2012

Resurjo del abismo.

El silencio calla,
donde la rabia habla.
Breve, como tus besos.
Lejano, como todos mis excesos.


No quiero esperar nada de ti,
un día ya la calma perdí
por esperarlo de otros labios,
que no resultaron tan extraños.


Quiero mirar hacia delante,
no atrás.
Quiero que él vuelva jamás.
Y que nunca se haga siempre.


Grítame, si no te puedo encontrar.
Arrástrate por debajo del mar,
calla mis silencios, 
que tu sonrisa no tiene precio.




Irradiamos rencor por cada poro del alma, 
callamos con rabia, hablamos sin ganas.






Odiamos al odiado, pero olvidamos al querido.
Y eso nos pudre y nos corroe, sin que tenga sentido.
Escapamos de cada miedo, retumbando los latidos,
en un pecho que más que alegre anda partido.





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