El que tenga ojos que vea, el que tenga oídos que escuche, y el que no pueda encontrar la paz que luche.

domingo, 16 de octubre de 2011

Ya bueno como todos, pero ya no todo es como antes.

Aún recuerdo aquellos días de lluvia y café. Noches ardientes de comerme a besos tu piel. Caricias alejadas de la realidad y sensaciones inexplicables. Los días de aquel noviembre eran grises, y tú, tú cariño mío, eras la eterna primavera en mis ojos.

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