El que tenga ojos que vea, el que tenga oídos que escuche, y el que no pueda encontrar la paz que luche.

martes, 3 de enero de 2012

Enero

Sonrío. Otra vez empieza el año, y seguimos viéndonos. No puede llamarse de otra forma, pero es especial. He pasado momentos jodidos, y momentos felices, y siempre hemos seguido. Hay silencios en ti que dicen más que mil palabras. Hay miradas que no las cambio por nada. Sólo tú me haces sentir así, y sólo contigo se me queda esta cara de boba encaprichada de un hombre. No podría describir ni con todas las palabras del diccionario lo que me haces llegar a sentir cuando estás dentro de mí. Eres una fuente de inspiración, mis dedos ahora escriben solos, cuando hace menos de 5 minutos que te has ido. A veces deseo que los semáforos de camino a mi casa se pongan rojos, para seguir tan solo unos instantes más respirando el mismo aire que respiras. Cuando te quedas pensativo y sonríes de esa manera que me llega al alma, creo flotar. Hoy me he liberado, una vez más, de camino a casa en mi cabeza sólo rondaba la idea de si darte un beso o no al despedirnos. Porque en realidad no somos más que amigos con derecho, no? Por fin me he decidido, ha sido el momento. Yo sabía que era el momento, porque tú sin decirme nada, me lo has dicho todo. Esta vez me lo guardo para mí, en un frasquito chiquitín, dentro de mi pecho guardaré siempre este momento. Ese beso nervioso e indeciso que te he dado y tu cara de sorpresa ante mi reacción. He abierto la puerta de mi casa con las llaves temblando en mis manos. Ni siquiera me he puesto el pijama, aun me quedan restos de tu calor. Conforme más pienso en ti, más escribo y más me subo por las paredes. Sé que quizá esto nunca llegue a cuajar, pero sé que tengo que aprovechar el momento y no pensar en que pasará mañana, o al otro, simplemente disfrutar. Te gusta poner la música alta por las calles de la ciudad, me encanta escuchar esa música contigo. No te vayas nunca de mi vida por favor.

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