El que tenga ojos que vea, el que tenga oídos que escuche, y el que no pueda encontrar la paz que luche.

lunes, 23 de enero de 2012

me mandaron los pies...

En su cama me quedaría, hasta que me visite la muerte diáfana, clara y transparente, pura y limpia, como sus besos en mi espalda. Cuántas veces volvería a caer, cuántas hostias más?
Y se que probablemente nunca nadie me entienda a la perfección como ella. Y menos un hombre. Pero a veces me gustaría encontrar una aproximación, y a parte de encontrarla, verificar que será real y que no me dañará como tantas otras han echo. Me queda el placer de beberme una cerveza, o unas cuantas, a eso de las 10, fumarme un cigarro y contarnos las vidas...
Pero siempre tendré esa necesidad de cariño, supongo que como todo el mundo. Unos días más, otros menos, habrá días en los que sólo quiera soledad, y otros en los que necesite más que a nada una caricia, un beso, unas palabras sinceras...

Me bajo, está mi reina esperándome...

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