El que tenga ojos que vea, el que tenga oídos que escuche, y el que no pueda encontrar la paz que luche.

martes, 12 de marzo de 2013

Preguntad...



Preguntad por mi tristeza,
no sea que os reviente la cabeza,
de tanto pensar en ella.

Es crónica y placentera,
pero ellos no me entienden,
donde ven mierda,
yo veo una quimera.

Preguntadle a mi tristeza,
si es que se cansa de escribir,
porque no escribo yo,
sino ella.

Llamadme depresiva,
puede que lo sea,
pero no me juzguéis,
si no tenéis puta idea.

Si veis que vuestra cordura tambalea,
al leer mis versos,
no os preocupéis,
no tiene efectos adversos.

Sonrío todo lo que puedo,
y aun así, me quedo corta.
Me quedaba en sus ojos,
azules e infernales, tan absorta...

Y me abandonaron,
pero poco me importa.
El nihilismo se acerca,
la noche absorbe palabras rotas.

Preguntad por mi tristeza,
por lo menos la expreso,
no está reprimida, como la vuestra.

Podéis considerarme autodestructiva,
lo soy, 
y me encanta.

Pues mi tristeza por sí sola habla,
me cuenta historietas,
de cuando las lágrimas no eran saladas.


No hay comentarios:

Publicar un comentario