Ya no puedo ser aquello que fui cuando fuimos.
No puedo volver a mis abismos,
no puedo resucitarte en ningún sitio,
ni siquiera aquí mismo.
Apareciste de la nada, como un espejismo,
para romperme en mil pedazos,
e irte sin dejar ni rastro.
Pero una hostia más al corazón,
no me hará perder la razón...
Estamos hechos para amar, pero yo estoy hasta el coño de intentar mierdas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario