Sólo dame un poco de cordura con la que alimentarme,
charlemos hasta altas horas de la madrugada,
pero no intentes asfixiarme,
igual que un pájaro libre, necesito aire.
Pídeme que te ayude a ahogar las penas
en un vaso de Jack Daniels,
ven a ver anochecer conmigo
y despidamos a la tristeza desde por la tarde.
Regálame tu intensa mirada,
eterna y brillante,
desquíciame, pero en la cama.
Arrópame con palabras,
cuando veas a mi alma desahuciada,
rompe el muro de mis pestañas,
araña mis entrañas,
pero si haces todo ésto,
jamás te vayas.
... Necesito beber, y eso que solíamos hacer, ahogándonos entre tus sábanas, retándonos a crear infiernos de hadas, tu mirada en la mía reflejada.
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