Escribo obscuro, oigo odio. Rompo esquemas, acaricio a mi orgullo sobrio. Callo e irradio dolor. Hablamos amor corrompido, en busca de aquellos suspiros perdidos. Inhalamos óxido, fumamos rápido. Huimos separados pero nos corremos juntos. Sueño pánicos e injurias, penurias y deshonras. Como techo en altas horas, me escapo si me llama el contenido de esas botellas. Cógeme, me grita el boli en mi escritorio. Sé que os odio, pero mantengo mi mirada al margen. Volamos, por si nos cogen. Esnifan polvos pa sentirse vivos, yo directamente los vivo. Hablan mierda, pero tengo bien limpios los oídos. Escribo tanto debido a mis faltas de cariño. Nunca un loco se atrevió a cruzar el umbral de mi locura, el día que lo haga, que me pida matrimonio, le diré que no, pero si eso que me coma el coño.
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