Es recordar esos polvos y me atrapo,
tu aliento en mi nuca,
yo pensando en no irme nunca,
pero se desvaneció el trato...
Me volviste loca en tan poco tiempo,
que ya ni noto, eso que dicen,
no creo en corazones rotos,
si no en almas resquebrajadas...
Por el paso de cientos de miradas,
en mi espalda,
miradas que me dedicabas
cada madrugada.
Y salíamos juntos a fumar a la ventana,
a vislumbrar el alba,
a fusionar nuestras pieles,
más que tiernas, crueles
Te pienso, y todavía dueles,
me alejo, paso de abrir heridas,
no quiero más lágrimas perdidas,
ni noches comiendo techo,
mirándote en el espejo,
viendo tus labios como única salida,
torturándome la vida,
arrancándome los ojos,
llorosos y rojos por la hierba,
harta de tanta mierda,
me encierro en mi cabeza,
que más que cárcel parece una jodida selva.
Ya no cuento los días,
me olvido de mis perspectivas,
me jodiste las expectativas,
no me llames apiadándote de mí.
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