Nunca dejaré de escribir, al igual que nunca dejaré de sentir. Puedo enamorarme de las palabras. Cada verso nos hace un poco más libres aunque vivamos en la cárcel constante de nuestra mente. Incapaz de hacer que las cosas duren. Este país es un despropósito.
El que tenga ojos que vea, el que tenga oídos que escuche, y el que no pueda encontrar la paz que luche.
lunes, 28 de enero de 2013
Cuestión de prioridades...
El cenicero está lleno de colillas,
y en cada cigarro me fumo la angustia
de tu ausencia,
el dolor que provocan las palabras que te callas.
El vaso de Wiskhy anda ya vacío,
me lo bebo para ver si así te ahogas en mi garganta,
dónde estás atravesado como el frío en mi pecho.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario