Nunca dejaré de escribir, al igual que nunca dejaré de sentir. Puedo enamorarme de las palabras. Cada verso nos hace un poco más libres aunque vivamos en la cárcel constante de nuestra mente. Incapaz de hacer que las cosas duren. Este país es un despropósito.
El que tenga ojos que vea, el que tenga oídos que escuche, y el que no pueda encontrar la paz que luche.
lunes, 14 de enero de 2013
olvidándome de mí
Algún día dejaré de torturarme,
entonces para mi redención será tarde,
pero habré salido a buscarte,
cómo una tarde de martes,
cómo cuando sólo pensaba en besarte.
Y volverás por el camino que dejaste,
perderás por la decisión que descartaste.
Y cuando tus ilusiones estén pa el arrastre,
la desidia volverá a follarte.
Entonces convertirás todas tus penas en jodido arte,
y ni mi poesía podrá calmarte,
esas ansias de esfumarte
de cualquier parte.
Esas ganas de desastre,
de entrañas desgarradas, dejando pa el arrastre,
mis ganas de besarte.
Y perderás la noción constante,
que hizo que dejaras de llamarme...
Entonces estaré lejos, cómo una tarde de martes,
y dejará de torturarme,
ese amor que tengo por alambre.
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