Por si llegara septiembre, te tengo guardado un trocito de mi pecho. Por si algo no llega al final del camino, está eso de nunca jamás rendirnos. Escuchando rock antiguo, ensimismado en sí mismo. Y yo queriendo beber de su fuente, rompiendo con mis miedos, asesinando a mis demonios. Por si llegara el invierno, y escapáramos de este jodido infierno. Si las musas que se escapan de tu pelo vinieran a vernos... Nos contarían que entre nuestras miradas nunca llegó el invierno, pero vivimos millones de infiernos. Yo me agarraría a tus pestañas, dejaría colgando cada una de mis pesadillas... Para que al despertarme yaciera en tus sábanas, para que al dormirme no tuviera la esperanza del mañana.
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