Queréis entenderme, pero ni lo intentéis.
Hoy sólo es un Lunes triste,
tus ojos se han quedao en mi mente formando un quiste.
Os traigo éste odio mío, para que lo alimentéis,
hace demasiado sol y no quiero salir.
No quiero verle la cara a la realidad,
llamarte, pero saber que no estás.
Aceptar de nuevo las consecuencias,
como siempre, con paciencia.
Vacía, como una botella de cava un día especial,
fría, helada, en mis ojos un infierno polar.
Resquicios de felicidad,
que desembocaban en tu mar,
otra vez se volvieron a marchar.
Dolerá un tiempo, y luego se irá,
cómo siempre, cómo nunca.
Todos los domingos me prometo cambiar,
pero llega la tristeza y me folla,
cada cual que escoja la forma de decirlo,
yo prefiero escribirlo.
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