Despierto y anoche pareció un sueño. Bajo por las escaleras de mi insomnio y en el fondo encuentro a mis miedos enfrentándose a lo que odio. Rescataste mi piel del abismo, aun sabiendo que no seríamos los mismos... La noche en que te conocí pulula por mis pestañas y me recuerda que fuiste una decisión, decisiones que si no hubiera tomado me hubieran llevado a un camino divergente al tuyo, y nos habría destrozado el orgullo. Suspiro en tus sábanas deseando volver mañana, sé que estas cosas tardan, que no es fácil amar sin andarse por las ramas. Amar lo sencillo y transparente, como tus ojos. Yo bebo de esa fuente cada vez que te miro y se me cae todo de repente. Eres bello y distante, nada corriente, como mis noches de poeta esquizofrénica. Las horas vuelan y ni nos damos cuenta, dando en tu cama mil vueltas, sintiendo como follan nuestras auras, y casi al amanecer me arrepiento de no saber. Complicidad en las miradas, silencios que dicen más que cualquier palabra, sonrisas que me funden el alma.
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