Si me pierdo entre la oscuridad, no vengáis a buscarme.
Me habrá devorado la ansiedad, será demasiao tarde.
Ya no saldrá a verme ni la Luna, en una ciudad que arde.
Y si oís mis lamentos, os llamo gritando, tapad vuestros oídos.
Por mucho que os eche de menos, ya me habré corrompido.
Mis demonios devorarán mis letras, y quemarán hasta el óxido.
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