vuelvo a sentir vértigo por tus silencios.
Yo me callo y me alejo,
la noche parece una puta que nos destroza,
por eso cada vez que voy a verla,
recuerdo que prefiero encerrarme en mi refugio.
Allá donde no te beso,
allí donde pierden significado mis sueños,
y el hastío se prostituye con mis ganas de soledad,
quemando hasta el amanecer como absenta por mi tráquea.
Un café,
y no me apetece hablar con nadie,
sólo quiero encerrarme,
tatuarme en las entrañas mi puta independencia,
olvidarme de que existe el resto.
Hacer el gesto,
y largarme.
Tus letras son preciosas paisana,
ResponderEliminarfeliz semana.
un saludo.
Gracias compañero. Salud!
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