Nunca dejaré de escribir, al igual que nunca dejaré de sentir. Puedo enamorarme de las palabras. Cada verso nos hace un poco más libres aunque vivamos en la cárcel constante de nuestra mente. Incapaz de hacer que las cosas duren. Este país es un despropósito.
El que tenga ojos que vea, el que tenga oídos que escuche, y el que no pueda encontrar la paz que luche.
jueves, 3 de enero de 2013
Decisiones.
He encontrado un local al que llevarte en la ciudad,
entre cócteles y jazz... Ese es mi plan.
En un descuido me encontré con tus ojos,
la luna brillaba casi llena en la plaza,
no esperaba más, ni si quiera esperaba nada.
El invierno cae en tus pupilas cual agua helada.
Se me antojó deshacerme de algunos despojos,
con lo primero que tuve, tu voz acalló mi garganta.
Peleando con las cicatrices, escribo,
y mas no me atrevo a decir lo que pienso.
Quizá sea mejor callar por el momento,
aunque con certeza veo cerca el punto de no retorno.
El verano se ha llevado cosas de mi alma,
creí encontrar mi calma en una piel familiar,
en el despecho de un corazón a punto de estallar.
Y al llegar más frío, me encontré con una pequeña ficha de dominó mal colocada, que destrozaba con ansia todas y cada una de mis expectativas.
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