El rencor y la rabia jamás conocerán al olvido. Si cada mañana despiertas pensando en ella, aunque no queriéndola, sigue atrapada en tu mente. Deja fluir el tiempo y que tus pensamientos se libren de las cadenas de la impotencia. Al fin y al cabo es la única manera de olvidar. Perdona a los que te hicieron daño y olvídalos. Ama a quienes tienes a tu lado y cuídalos.
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