Mi tristeza en el aire intenta elevarse,
mis ganas de llorar amaneciendo,
tus labios lejanos e insalvables.
Nuestros caminos divergiendo.
La mañana fría sobre mi piel,
como las noches que no paso con él.
Sin café ni nada,
hoy nadie me salva.
No hay comentarios:
Publicar un comentario