Me estrellaré si voy sin frenos,
qué más da si me estrello en tus labios.
La eternidad echa de menos
mis noches de desenfreno.
Pero no volverán las penas
bajo la luna llena.
Volverán tus ojos a mirarme,
como si se nos hiciera tarde.
Volveré a acostarme en tu cama,
repitiendo las noches que me llaman.
Volveré a caer en tu sonrisa,
no me importa si por vivir ya no tengo prisa.
La poesía será mi única coartada,
sólo quiero despertar a tu lado,
que al amanecer no hayas cambiado,
que abra los ojos y te vea en mi almohada.
Podría pasarme la vida escribiendo,
y las noches de sábado bebiendo.
Si tus labios no me dan la paz,
tendré que reclamarla si no estás.
Pero sé que me harás renacer,
una sonrisa tuya al día es mi mayor placer.
La reciprocidad siempre fue importante,
y tú me la das, no eres distante.
Quisiera beber de tus lágrimas
si algún día las derramas.
Que no hubiera palabras,
que sólo te comprendiera con una mirada.
Los días de lluvia me recuerdan a tu piel,
las palabras que no me dijeron antes de ayer.
Tu dulzura me eleva a sensaciones indescriptibles,
en tus pupilas, mis sueños vuelan libres.
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