No puedo dejar de escribir, y cuando escribo,
os juro que me pierdo en el olvido.
Luz oscura y tenue, que me alumbra en las noches de insomnio.
No es insomnio, es más bien, la falta de tus besos.
Es más bien una vida llena de excesos.
Me tatuaré a la muerte envenenada,
diciendo que necesita otra calada.
Me iré lejos y dejaré mi vida,
la de una suicida.
Me arrepentiré pero luego cicatrizarán mis heridas.
En fin, voy a dormir que mañana vivo.
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