ya no me tocas, y creo volar, y me vuelvo loca
cuando soy consciente de que ya no me tocas.
si algún día me salvas, quizá
podamos aprender del pasado que en un futuro sangrará.
Puedo creer e imaginar que volveré a verte,
mil veces...
pero no, ni si quiera puedo tocarte
y ni la música a toda hostia estos pensamientos ensordece...
Fumaré un cigarrillo y me acordaré de ti, en las tardes de domingo, cuando no tocar tu piel era peor que sentir de cerca al abismo... Mientras se ahogaban en el humo las palabras que nunca podré decirte.
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