Mi rabia siempre vuelve a joderte como los lunes. Hace semanas que no escucho tu voz hablándome y se me parten las expectativas del mañana. Hace unos cuantos días que me siento vacía. Digo unos cuantos por que anteriormente ni siquiera lo pensaba, pero se que llevo vacía más de lo que esperaba.
Quiero apagar cada luz de cada ciudad y que la humanidad mire al cielo. Olvide todo cuanto nos corrompe y nos pudre por dentro. Quiero que ardan todos los disfraces, que se queme la hipocresía. Que la comodidad se torne un fastidio para los cómodos, y que las incomodidades nos hagan luchar. Que nadie se conforme con nada.
Que no me digan que el mundo se acaba, si aún puedo follarte, aunque sea con la mente. No me trago esa basura de la tele que te dice cómo ser feliz. Yo soy feliz despertándome abrazada a ti. Yo soy feliz con la sonrisa de una familia destrozada que recupera sus esperanzas. Yo soy feliz viendo como una persona ayuda a otra, soy feliz mirando el mar. Yo no soy feliz comprándome bambas caras y de marca. Yo soy feliz con el abrazo de un amigo de verdad cuando más lo necesito. Yo no soy feliz con un estúpido que me invite a restaurantes caros. Soy feliz descubriendo la bondad de una persona en sus ojos.
Sólo podemos salir a luchar si de verdad algo nos duele. Si, aparte de nuestro dolor, nos duele el de la humanidad. El dolor ajeno.
Lejos de la soledad,
te echo de menos.
Fumando un cigarro,
que se me hace eterno.
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