Nunca dejaré de escribir, al igual que nunca dejaré de sentir. Puedo enamorarme de las palabras. Cada verso nos hace un poco más libres aunque vivamos en la cárcel constante de nuestra mente. Incapaz de hacer que las cosas duren. Este país es un despropósito.
El que tenga ojos que vea, el que tenga oídos que escuche, y el que no pueda encontrar la paz que luche.
miércoles, 1 de febrero de 2012
Ni yo misma me entiendo.
Pero supongo que esta sensación de sentir tan cerca a la nada, me abruma a la vez que me agrada. Supongo que las caricias son efímeras cuando ya no esperas nada de nadie y cuando el corazón está más que recubierto de parches...
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